Si tenemos un microscopio y no lo tenemos calibrado, no podremos saber las medidas de lo que observemos, aunque el microscopio tenga retículo en el ocular, para ello necesitamos un micrómetro.
Coloca el retículo dentro del ocular. Luego, ajusta el ocular de tal manera que la escala que está grabada en el retículo quede correctamente enfocada.
Coloca el calibre micrométrico en la platina del microscopio. Hay un círculo grabado en el micrométrico que puede verse a simple vista. Usa el círculo para centrar el micrómetro, y enfoca el microscopio usando la lente objetivo de menor aumento. Luego, coloca el objetivo deseado en posición y enfoca correctamente la escala de calibre micrométrico.
Usa las perillas x-y para controlar el movimiento de la platina. Alinea el retículo ocular con el calibre micrométrico. Una vez que coincidan los dos conjuntos de líneas, busca otra ubicación donde coincidan precisamente de nuevo.
Calcula la distancia entre las dos líneas del micrómetro que coincidan. Por ejemplo, si la distancia entre dos divisiones es de 10 micrómetros, y hay 15 divisiones entre las dos líneas que coinciden, la distancia total es de 150 micrómetros.
Cuenta el número de divisiones en el retículo ocular entre las dos líneas que coinciden, luego calcula la distancia ente cada línea. Por ejemplo, si hay 30 divisiones entre las dos líneas que coinciden, y sabemos por el calibre micrométrico que la distancia es de 150 micrómetros, la división en el ocular representa 150 micrómetros / 30 divisiones = 5 micrómetros / división.
Así procederemos con cada uno de los objetivos y sabremos la medida en cada uno de ello cuando hagamos una observación.
Forma de proceder: